"Hoy todos tuvieron un mal día" le dijo una señora al verdulero y con apenas un susurro sonreí: `yo también...´.
Les digo cuando uno piensa, las cosas pasan, cuando uno escribe, las cosas pasan, sino pregúntenle a cualquiera. Creí que el aluvión de material satánico, ocultista, decadente, oscuro y atractivo era el culpable, o mi excepticismo o mi credulidad. Imposición de manos, círculos, plantas medicinales, triángulos, velas, incienso, extrañas dispocisiones que captan tu mirada, un gato, una jaula, antifaces, el dolor. Una anciana parecida a mi abuelita me ofreció mandarinas y después me caí en la calle. Me siento blancanieves. Y tengo un dolor de cabeza y un cansancio tan fuerte que creo en el mal de ojo.
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